Las bodas de invierno, y con ellas sus novias, deben hacer frente a una peculiaridad que las distingue de los enlaces que se celebran en los meses estivales. No es otra que contar en su estilismo con un complemento especial, aparte de los que habitualmente están acostumbradas, con el que desafiar las bajas temperaturas.

Una novia invernal deberá ir acompañada en su outfit, de una prenda que la resguarde del intenso frío pero que no le impida lucir el vestido de sus sueños. Dependiendo del lugar de la ceremonia, deberá llevarlo al entrar y salir del oficio, o durante la boda hasta que empiece el banquete.

Los vestidos de novia, aunque sencillamente preciosos, no suelen abrigar mucho sino más bien lo contrario. Con la ayuda de una prenda de abrigo, no solo seguirán luciendo su delicado traje, sino que podrán mantenerse calientes. Prendas como los abrigos de piel, visón o  zorro serán fieles aliados de las mínimas temperaturas y actuarán como aislante térmico.

Con los accesorios adecuados, el día B será mágico e inolvidable, y primará ante todo la comodidad y el bienestar de la novia. Podrá buscar tranquila su vestido, sin verse sometida a la preocupación de no verse como a ella le gustaría, incorporando en su bridal look una pieza en forma de abrigo, capa o estola que podrá encontrar o encargar a medida en un peletero de confianza.

Las prendas perfectas para no pasar frío el día B

Las posibilidades en cuanto a modelos y diseños son infinitas, los materiales más indicados para estar deslumbrante en las nupcias serán los abrigos de piel, abrigos de visón y abrigos de zorro.

Podemos encontrarlos de todos los largos, distintas formas y repletos de detalles delicados, o elaborarse según las preferencias de las novias que quieren una pieza única acorde al diseño que lucirán.

Otra opción, muy clásica y tradicional, son las estolas. No es la prenda que más abriga pero siempre será más agradecido que no llevar nada. Quedan y lucen bien con vestidos de distintos estilos, palabra de honor o tirantes por ejemplo, y disimula un exceso de escote.

Frecuentes son también las novias que se decantan por llevar capas. Mantienen la elegancia del vestido a la vez que ofrecen muchas posibilidades para conjuntarse, pueden adaptarse a la personalidad de la novia y seguro que dotarán al conjunto de un toque sofisticado y majestuoso.

Son la tendencia en moda nupcial de la temporada, infunden respeto y un halo de sofisticación, siendo además la pieza junto al abrigo que más resguarda del frío invierno. La abertura delantera no ocultará el vestido, puede o no llevar capucha y normalmente se ata en el cuello.

Cualquiera de estas prendas destacará el porte de la novia, potenciará su estilo a la vez que dotará a su conjunto de una exquisita calidad que marcará la diferencia en cuanto a gusto y distinción. El camino al altar se convertirá en un desfile de estilo que conferirá a la protagonista una imagen llena de magia y esplendor.