Los abrigos de piel son un clásico en la historia de la moda. Desde el origen de los tiempos se han usado las pieles para vestirse, y con el tiempo todo eso ha ido evolucionando hasta dar lugar a lo que se conoce como peletería. Una técnica artesanal que supone una de las bases de la moda. Sobre todo en las últimas décadas, el uso de la peletería en las altas esferas de la moda ha sido algo muy recurrente.
El sector del lujo está muy vinculado a las pieles, ya que la calidad que tienen y el tratamiento que se les da es típico de un material muy distinguido, único. Es una especie de joya textil que incluso pasamos de generación en generación debido a su valor. En los últimos años, las prendas de piel se han mejorado aún más gracias a la tecnología, que ha permitido que se les dé mejores tratamientos.
Las pieles, como elemento base en el mercado del lujo
Las firmas de moda de más alto nivel las han usado y lo siguen haciendo como uno principales baluartes. Los abrigos de visón siguen siendo una tendencia muy importante, incluso podría decirse que más que una tendencia es un estilo, ya que debido a su relevancia, se han convertido en un clásico, un elemento que nunca falla, que aporta elegancia y comodidad.
Hay una gran variedad de ellos, desde abrigos de zorro hasta boleros, estolas o abrigos de astracán. El universo de las pieles es increíblemente grande. Se les puede dar muchas aplicaciones y diseños que cada vez más en los últimos años se están diversificando para salir de los prototipos asociados tradicionalmente al mundo de las pieles.
Se trata en esencia de dar una imagen más casual y estilosa, apta para las nuevas generaciones, aunque también manteniendo un respeto al material, ya que se trata de algo muy valioso, que tiene un gran tratamiento artesanal, que tiene unas reglas muy estrictas para poder darle un tratamiento adecuado, y eso es algo que no se puede cambiar.
Otra técnica que se utiliza mucho últimamente y que forma parte de la modernización del mercado de las pieles es la fusión de estas con otros materiales de calidad como la seda o el cachemir, que hacen que sean más fáciles de adaptar y tengan un toque distinto. De esta forma, se da mucha más dinámica a las prendas e incluso pueden aportar más ligereza y comodidad, para hacerlas más adaptables al día a día y al street style actual.
Por lo tanto, como ves, las pieles y la industria peletera siguen estando muy presentes en el mundo de la moda, reutilizándose y rejuveneciéndose día a día para poder estar en el mercado de forma competente. Siguen siendo un producto referente para las grandes firmas, simbolizando calidad, elegancia y distinción. Además, cuentan con el factor clave de que son una inversión segura ya que su valor no merma con el paso del tiempo, más bien al contrario, pueden revalorizarse.